Así es como la comida chatarra genera ansiedad y enojo, según expertos

Estudios recientes de la Universidad de Colorado, en Boulder, revelan que la comida chatarra puede provocar ansiedad y enojo.

El especialista Christopher Lowry comparte que  una alimentación rica en grasas saturadas altera el microbioma intestinal y la química cerebral, por lo que se puede llegar a sentir mucha más ansiedad.

¿Cómo se realizó el estudio?

Este estudio consistió en alimentar a ratas adolescentes con dos tipos de dieta, una baja en grasas y otra con grasas saturadas. Tres semanas después, aquellas alimentadas con una dieta alta en grasas mostraron un aumento de peso y una reducción de la diversidad bacteriana intestinal, además de cambios en la expresión genética relacionada con la serotonina, que es  lo que llega a regular tu estado de ánimo.

¿Por qué la comida chatarra provoca ansiedad?

El profesor Christopher Lowry, explica que el microbioma intestinal influye en la química cerebral a través del nervio vago, una conexión crítica entre el intestino y el cerebro. Esta alteración puede predisponer a estados de ansiedad elevados debido a cambios en genes como tph2, htr1a y slc6a4. Estos genes están relacionados con la producción y señalización de serotonina en el cerebro, y su alteración se asocia con trastornos del estado de ánimo.

Además, Lowry destaca que aunque la serotonina se considera el "químico de la felicidad", ciertos subconjuntos de neuronas pueden provocar respuestas ansiosas cuando se activan. En particular, la mayor expresión de tph2 en el cerebro de las ratas con dieta alta en grasas se relaciona con un estado de alta ansiedad.

Recomendaciones para no consumir comida chatarra

Es importante mantener una dieta equilibrada y variada, que incluya grasas saludables como el pescado, el aceite de oliva y las nueces. Además de incluir fibra para mantener una microbioma intestinal saludable. 

Esta investigación aporta evidencia sobre cómo la dieta influye en la salud mental, sugiriendo que una alimentación rica en grasas puede ser un factor de riesgo para el desarrollo de trastornos de ansiedad.