La relación entre abuelos y nietos es una de las más especiales y entrañables en una familia, proporcionando a los niños un amor y apoyo incondicional que enriquece sus vidas. Sin embargo, según el psicólogo clínico Daniel Glazer, algunas frases aparentemente inofensivas que los abuelos utilizan podrían tener un impacto negativo en el desarrollo emocional de los niños.
El portal de paternidad Good to Know ha recopilado las recomendaciones del Dr. Glazer, quien señala que, aunque los comentarios de los abuelos suelen estar cargados de afecto, ciertos dichos pueden socavar la confianza y la autoestima de los pequeños. "A veces, lo que para un adulto puede parecer una observación trivial, para un niño puede tener un peso emocional significativo," explica Glazer.
Entre las frases problemáticas que los abuelos deberían evitar se encuentran aquellas que comentan sobre los padres de los niños, como "no se lo digas a tus padres" o "tu padre y tu madre están equivocados sobre...". Asimismo, el psicólogo advierte contra comentarios que comparan a los hermanos, como "eres mi nieto favorito" o "ojalá tu hermano se pareciera más a ti".
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La importancia de medir la palabras ante los niños
Además, el experto señala que también es importante tener cuidado con las observaciones sobre el aspecto físico de los niños. Comentarios como "mi conejito gordito" o "¡estás muy grande! ¿has engordado?" pueden tener efectos negativos en la autoimagen del niño. Igualmente, frases que descalifican los intereses de los pequeños, como "sólo los bebés todavía juegan con eso" o "¿no es ese un juego tonto?", deben ser evitadas.
En definitiva, aunque las intenciones de los abuelos son siempre las mejores, es crucial ser consciente del impacto que nuestras palabras pueden tener en los más jóvenes y esforzarse por fomentar una comunicación positiva y respetuosa.