La comunicación no-verbal, es decir, la que emana del cuerpo es parte de la comunicación que solemos tener con nuestras mascotas. Sus gestos, el uso de las distintas partes de sus cuerpos nos pueden dar indicios acerca de lo que están queriendo decir o significar. Esto lo podemos ver claramente cuando mueven la cola, los distintos ladridos, la posición de las orejas o cuando crispan el lomo.
Uno de los gestos más significativos y que a veces suelen causar confusión son los que realizan los perros cuando inclinan la cabeza. Suele confundir porque es un gesto que las personas le damos el significado de confusión o, incluso, de quien no tiene la capacidad de entender lo que está sucediendo.
Qué pasa cuando nuestro perro ladea la cabeza.
Investigaciones recientes indican que cuando nuestro perro ladea la cabeza, está principalmente prestando atención. Es un indicativo de que está fuertemente concentrado, con una clara intención de entender el mensaje que como humanos estamos dando. Tanto para escuchar mejor, como para mejorar su espectro visual, esta forma de colocar la cabeza nos da a entender que hay una clara intención de asimilar la mayor cantidad de información posible.
¿Vista u oído?
Ahora bien, existen algunas diferencias entre investigaciones acerca de qué es lo que busca nuestro perro al acomodarse de esta manera. Una de las teorías habla acerca de que el perro busca una mejor posición visual, ya que su hocico suele molestar la visión cuando miran de frente y necesita tener una mejor colocación ante su interlocutor.
Te podría interesar
Pero no es la visión el sentido fuerte y predominante de los perros. Sí lo es el olfato y la audición. Así que la otra teoría afirma que nuestro perro ladea su cabeza para oírnos mejor. Una predisposición por captar de mejor manera los sonidos, asimilar las palabras que le son familiares y poder entender completamente lo que estamos queriendo decir.
Este movimiento nos suele parecer tierno y nos agranda el cariño y el amor que tenemos por nuestra mascota. Además, tiene la carga de una fuerte conexión, ya que hay una clara intención de entendernos, fortaleciendo los lazos de comunicación mutua, tan importante en una relación, aún siendo una comunicación con un ser de otra especie, nuestro mejor amigo.