La salud genital de los perros es un tema que preocupa a muchos dueños, especialmente cuando observan que el pene de su mascota se sale del prepucio. Este fenómeno puede deberse a múltiples razones, algunas tan simples como la excitación sexual, mientras que otras son más serias, como el priapismo, la parafimosis o infecciones. En este artículo cómo reconocer si se trata de un comportamiento natural o si es un problema que debes atender.
El priapismo en perros es una condición que se caracteriza por una erección prolongada y dolorosa del pene que no se relaciona con la excitación sexual. Esta erección puede durar horas y requiere atención médica urgente. Según Experto Animal los síntomas del priapismo incluye "desenvainado del pene, inflamación del prepucio, hiperemia o enrojecimiento del pene e inflamación del prepucio." La identificación temprana es crucial para prevenir daños irreversibles en la salud del perro.
Desde la excitación y los comportamientos normales hasta las afecciones
Es común que los dueños se alarmen al ver el pene de su perro fuera del prepucio, pero a menudo se debe simplemente a la excitación, ya sea sexual o no. Los perros pueden entrar en erección por diversas razones, como recibir caricias, oler ciertos aromas, o durante el juego. Esta respuesta es natural y, en general, no debería ser motivo de preocupación si el pene retorna a su lugar rápidamente. Si el comportamiento del perro resulta incómodo para los dueños, pueden intentar controlar la situación evitando estimular al perro excesivamente.
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A veces, la salida del pene puede indicar un problema de salud, como la balanopostitis, una inflamación del prepucio y del glande causada por bacterias. Esta condición provoca que el perro se lama excesivamente la zona y puede generar secreciones malolientes. El tratamiento incluye la administración de antibióticos y la limpieza del área afectada con soluciones antisépticas.
Otro problema común es la parafimosis, que ocurre cuando el pene no puede retraerse dentro del prepucio. Esta condición es más frecuente en perros jóvenes y puede surgir tras la copulación o una masturbación. Si no se trata, puede causar lesiones graves e incluso necrosis del pene. El tratamiento inicial consiste en usar lubricantes y terapia fría para intentar reintroducir el pene en el prepucio. Si estos métodos no funcionan, puede ser necesaria una intervención quirúrgica.