Las relaciones amorosas al igual que otros aspectos en la vida tienden a cambiar con base en el contexto en el que vivimos. Por lo que es de esperarse que las parejas actuales no tengan los mismos sueños e ideales que las parejas de los 90 o los 80. Actualmente las parejas tienen propósitos y metas distintas, por lo que sus vínculos también lo son; y con esta transformación han traído un término nuevo. La agamia.
¿Qué es la agamia?
La agamia es un concepto que abandona la idea de unión o matrimonio en las relaciones afectivas, en su lugar toma como eje principal de la relación lo social y relacional, ponderando la idea del amor libre. Es decir que, quienes practican la agamia se desprenden de nombres y etiquetas para definir su relación.
De acuerdo con el portal Psicología y Mente, no debe confundirse con el poliamor, pues a pesar de ser una relación establecida entre 3 o más personas esta tiene sus bases en las relaciones tradicionales que establecen compromisos basados en el amor romántico. En tanto que en la agamia las relaciones se dan con la ausencia de ideas inspiradas en el matrimonio y el noviazgo.
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¿Cómo se experimenta el amor desde la agamia?
El portal agamia.es señala que las relaciones convencionales se forman por gamos, uniones inspiradas en el el matrimonio objetivo y formal en el que el sexo se convierte en el sacramento. En tanto que la agamia evita de forma activa el estereotipo de una relación amorosa, en su lugar se privilegia la amistad y el afecto, pero esto puede ser con una o varias personas.
De acuerdo con Lucía Jiménez, psicóloga entrevistada por ABC, las personas ágamas disfrutan de las relaciones sexuales, pero priorizan el desarrollo de la sexualidad individual dando mayor importancia al conocimiento sexual y al de su propio cuerpo.
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A menudo el concepto se liga con ser una nueva forma de vivir la soltería, en la que no se olvida la necesidad humana de relacionarse con los otros. Los partidarios de la agamia suelen destacar que esta nueva forma de relacionarse con los otros ofrece mayor honestidad y por tanto favorece las relaciones en comparación con vida en pareja actual.