Seguramente al momento de introducir tus manos para secar la manicura de tus uñas bajo la luz de las lámparas de UV has tenido la sensación de que estas se queman e incluso puede llegar a ser incómodo.
Esto que pasa es más común de lo que imaginas y aunque no lo creas todo tiene una explicación mucho más profunda, sobre esa quemazón que deja durante el proceso de secado.
¿Por qué mi lámpara de uñas quema?
Realmente no significa que la lámpara UV esté quemando tus manos o uñas, lo que sucede es una reacción química normal por los ingredientes que tienen los esmaltes o gelish por luz que emiten estos aparatos y que le dan la dureza necesaria para su mantenimiento.
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A este proceso se le conoce como reacción exotérmica y pasa cuando las moléculas que componen a los esmaltes comienzan a unirse conforme se exponen al calor de los rayos UV para poder endurecerse.
Sin embargo, aunque es algo común durante el proceso de las manicuras, puedes emplear una serie de acciones que te ayuden a sentir menos calor e incluso hasta dolor en las uñas.
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Foto: Canav
¿Qué hacer si la lámpara de uñas quema?
Hay que tomar en cuenta que la sensación de calor puede variar de persona en persona, habrá quienes sean más susceptibles a las reacciones químicas del gelish, mientras que habrá quienes no tengan ninguna sensación.
En caso de ser de las que siente mucho calor, hasta el punto de hasta tener dolor sobre las uñas puedes hacer lo siguiente:
- Aplica capas más ligeras del esmalte o gelish para que la reacción sea menor.
- Dejar que las uñas se enfríen entre las aplicaciones de capas para no mantener las manos tanto tiempo dentro del aparato.
- Retirar las manos en cuanto la sensación de quemazón sea muy alta por unos 5 minutos y luego volver a introducir.
Recuerda que es normal sentir que tus manos queman cuando las introduces al secado de uñas, pues la reacción exotérmica es un indicativo del endurecimiento de los ingredientes en los esmalte.
Pero como encargado de la manicura de la persona debes emplear acciones que ayuden a mitigar el proceso y además dar la confianza de que lo que sucede no afectará la salud de las manos.