Un grupo de investigadores de la Universidad de Colorado en Boulder descubrió el impacto de una dieta alta en grasas. Este tipo de plan alimentario con comida chatarra no solo favorece el aumento de peso, sino que también puede producir diversos trastornos emocionales.
El estudio liderado por el profesor Christopher Lowry, publicado en la revista Biological Research, arroja luz sobre cómo una alimentación rica en grasas saturadas puede alterar el microbioma intestinal y afectar los químicos cerebrales. ¿Y cuál es la consecuencia directa? Los niveles de ansiedad en los individuos.
Conoce los resultados del estudio que se realizó con ratas y dos tipos de dietas: una estándar baja en grasas y otra alta en grasas saturadas.
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¿Qué puede causar la comida chatarra?
Además de afectar el microbioma, también se vio afectado el nivel de serotonina: el neurotransmisor del bienestar que tiene un papel importante en la regulación del estado de ánimo. Según los hallazgos del estudio, ciertas modificaciones en la expresión de genes pueden predisponer a los individuos a estados de alta ansiedad.
El microbioma intestinal afectado por una dieta chatarra puede comprometer la mucosa intestinal y favorecer el paso de las bacterias al torrente sanguíneo. Esto activa el nervio vago: una vía de comunicación entre el intestino y el cerebro. Esta última influye en la regulación del estado de ánimo y las respuestas emocionales.
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Los expertos indican adoptar una dieta equilibrada y variada con:
- Grasas saludables: provenientes de fuentes como el pescado, aceite de oliva y nueces. Estas poseen efectos antiinflamatorios y beneficiosos para el cerebro.
- Fibra y alimentos fermentados: esto favorece el microbioma intestinal
En conclusión: si bien la conexión entre la alimentación y la salud mental todavía requiere más investigación, las evidencias actuales son claras. Una dieta con comida chatarra, es decir, alta en grasas y alimentos ultraprocesados, se traduce en un factor de riesgo para el desarrollo de trastornos de ansiedad. Por este motivo, es recomendable incorporar hábitos alimenticios más saludables.