La influencer mexicana Valeria Villalobos sorprendió a sus seguidores al compartir los detalles de su inusual boda en Suiza. Lo que comenzó como una celebración soñada se transformó en una ceremonia privada, sin invitados, pero con una producción impresionante e importantes costos. Acá te contamos los detalles de la pequeña y romántica boda de la influencer.
Residiendo actualmente en Estados Unidos, Valeria optó por alejarse de la tradicional gran fiesta al organizar su boda. En lugar de una celebración multitudinaria, eligió un encantador rincón suizo, un destino que siempre habían querido visitar. A través de un video en sus redes sociales, explicó que tanto ella como su pareja deseaban un momento especial, alejado del bullicio y la ostentación que a menudo caracterizan estos eventos.
Los costos de la boda
Valeria reveló que el costo total de su boda ascendió a aproximadamente 192.032 pesos mexicanos (8,420 francos suizos). Este monto resulta considerablemente inferior al de muchas bodas tradicionales, especialmente al no contar con invitados. A continuación, el desglose de los principales gastos que compartió:
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- Fotógrafo: 1,500 francos
- Oficiante de la boda: 2,702 francos
- Música (violinista y arpista): 1,126 francos
- Maquillista: 840 francos
- Ramo de flores: 190 francos
- Arco de flores sintéticas: 390 francos
- Lugar: 1,672 francos
Al optar por una ceremonia sin invitados, el enfoque se centró en su amor y en la creación de recuerdos juntos, lo que permitió a la pareja disfrutar plenamente de su día especial.
Vestidos y aventuras por Europa
En la previa a la ceremonia, Valeria se preparó con cinco vestidos de novia diferentes, cada uno de los cuales lució en diversas sesiones fotográficas a lo largo de su viaje por Europa. Desde España hasta Grecia, cada atuendo representó un capítulo en su camino al altar.
A través de sus historias en redes sociales, la influencer compartió su travesía por el viejo continente, capturando momentos en ciudades icónicas. Pero más allá de los detalles, y las fotos, la elección de la pareja abrió un debate sobre las expectativas sociales en torno a las bodas. Su decisión reveló que para ellos lo más importante no eran los invitados ni la ostentación, sino su conexión.