El queso, un ingrediente venerado en la gastronomía global, añade sabor y textura a una variedad interminable de platos. Desde platos principales hasta ensaladas y entradas, el queso es un componente esencial en muchas cocinas alrededor del mundo. Sin embargo, a pesar de su delicioso perfil, no todos los quesos son iguales en términos de salud, especialmente cuando se trata de mantener un corazón sano.
El consumo excesivo de ciertos tipos de queso puede tener un impacto negativo en la salud cardiovascular. Según el Dr. Chen-Han Chen, cardiólogo intervencionista certificado y director médico del programa de cardiopatías del Memorial Care, algunos quesos pueden ser particularmente perjudiciales para el corazón debido a su alto contenido de grasa saturada y sodio. "Es crucial ser selectivo con los quesos que consumimos, especialmente si estamos tratando de controlar nuestros niveles de colesterol y presión arterial", advierte el Dr. Chen.
Tipos de quesos a evitar
Uno de los quesos que se debe evitar es el cheddar. Este queso, conocido por su sabor fuerte y su textura firme, contiene altos niveles de grasa saturada y colesterol, lo que puede contribuir a la acumulación de placas en las arterias. El Dr. Chen explica que el consumo regular de cheddar puede elevar el riesgo de enfermedades cardíacas al aumentar el colesterol LDL ("malo").
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El queso azul, con su distintivo sabor fuerte y veteado, también es motivo de preocupación. Su contenido de grasa saturada es elevado, y a menudo se consume en grandes cantidades en ensaladas y aderezos, lo que puede sumar una cantidad significativa de grasas no saludables a la dieta. Además, su alto contenido de sodio puede afectar negativamente la presión arterial.
El queso parmesano, un favorito en la cocina italiana, tiene un alto contenido de sodio, que es problemático para quienes sufren de hipertensión. Aunque es una fuente concentrada de sabor, el exceso de sodio puede llevar a problemas cardiovasculares graves si se consume en exceso.
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Los quesos procesados, que incluyen variedades como el queso fundido y las mezclas de quesos, a menudo contienen grasas trans y una cantidad significativa de sodio. Estos ingredientes pueden elevar el riesgo de enfermedades cardíacas y no ofrecen los beneficios nutricionales que se encuentran en los quesos menos procesados.
Por último, el queso brie, aunque suave y cremoso, también es alto en grasas saturadas. A pesar de su textura y sabor apetecibles, su consumo excesivo puede contribuir a problemas cardiovasculares a largo plazo.
Opciones de queso más saludables
Afortunadamente, hay alternativas más saludables para los amantes del queso. Los quesos bajos en grasa, como el queso ricotta bajo en grasa o el queso cottage, ofrecen opciones más amigables para el corazón. Además, el queso feta, aunque debe consumirse con moderación, tiene un menor contenido de grasa saturada en comparación con otros quesos curados.
Elegir quesos con menos grasa y sodio puede ser una excelente forma de disfrutar de los beneficios del queso sin comprometer la salud cardiovascular. Mantenerse informado y hacer elecciones inteligentes puede ayudarte a proteger tu corazón mientras sigues disfrutando de tus sabores favoritos.