La mañana del miércoles 26 de junio, aproximadamente 50 padres y madres de familia bloquearon la entrada de la escuela primaria "Juan Rodríguez Puebla" en la alcaldía Iztapalapa, Ciudad de México, para denunciar graves problemas en las instalaciones del plantel. La protesta, que duró casi una hora, se centró en la presencia de una plaga de ratas y cucarachas, así como en otras deficiencias que afectan a la comunidad estudiantil.
Los padres y madres, armados con cintas amarillas, cerraron el acceso a los alumnos y al personal docente en el plantel ubicado en la colonia Manuel Romero, esquina con Elisa Acuña. Su principal demanda fue la intervención de supervisores de la Secretaría de Educación Pública (SEP), quienes no se presentaron a pesar de las promesas del director Antonio Mira.
Entre las anomalías denunciadas se encuentran baños sucios que representan un foco de infección, un tinaco abierto donde han caído palomas muertas, y una falta de estrategia contra el bullying. Además, los padres y madres señalaron la venta de mobiliario sin previo aviso ni rendición de cuentas. Estas condiciones inaceptables llevaron a los tutores a invitar a medios de comunicación para documentar la situación, sin embargo, el director les negó el acceso bajo el pretexto de la seguridad de los estudiantes.
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Enfrentamiento y promesas Incumplidas
La tensión aumentó cuando el director Antonio Mira permitió el ingreso de padres que no participaban en el bloqueo, lo que provocó un enfrentamiento. A pesar de los empujones y la confrontación, algunos alumnos lograron entrar a sus clases sin que se resolviera el pliego petitorio de los manifestantes, que incluía la destitución del personal directivo y un diálogo con autoridades de la SEP.
"Mañana les rendiré un informe, y sólo ante mis autoridades mostraré documentos," afirmó Antonio Mira para dispersar a los inconformes, postergando cualquier tipo de rendición de cuentas. Ante esta promesa, los padres y madres de familia decidieron esperar respuestas, con la esperanza de que sus hijos puedan recibir una educación digna en un ambiente seguro y saludable. Los manifestantes dejaron claro que no desistirán hasta obtener una solución concreta a los problemas denunciados.