La actriz Jenna Fischer, famosa por su papel como Pam Beesly en la exitosa serie "The Office", relató su experiencia tras ser diagnosticada con cáncer de mama. La actriz compartió su historia en el marco del Mes de Concientización sobre el Cáncer de Mama a través de un emotivo post en su cuenta de Instagram.
En su publicación, Fischer reveló que recibió el diagnóstico en diciembre de 2023. "Nunca pensé que haría un anuncio como este, pero aquí estamos. Me diagnosticaron cáncer de mama triple positivo en etapa 1", escribió. La actriz estadunidense destacó que, después de completar la cirugía, la quimioterapia y la radiación, actualmente está libre de cáncer.
Tras completar su tratamiento, Fischer celebró con su familia al tocar una campana en su patio trasero, acompañada de confeti. Esta experiencia, aunque desafiante, llevó a Jenna Fischer reflexionar sobre la importancia de la detección temprana del cáncer de mama y el apoyo durante el proceso de recuperación.
¿Cómo fue el tratamiento de Fischer?
En el posteo, Jenna Fischer compartió detalles sobre su tratamiento. En octubre de 2023, según su relato, publicó una foto en Instagram preparándose para una mamografía de rutina, acompañada de un recordatorio humorístico. Sin embargo, los resultados de la mamografía fueron inconclusos. Su médico, por precaución, ordenó una ecografía que reveló una anomalía en su seno izquierdo. Posteriormente, se realizó una biopsia, y el 1 de diciembre Jenna Fischer recibió la confirmación de su diagnóstico: cáncer de mama triple positivo.
El tipo de cáncer de mama con el que fue diagnosticada es una forma agresiva, pero Fischer aclaró que también responde bien al tratamiento. "Tuve una lumpectomía para extirpar el tumor en enero. Por suerte, mi cáncer fue detectado temprano y no se había extendido a los ganglios linfáticos ni al resto de mi cuerpo", explicó. A pesar de esto, necesitó someterse a quimioterapia y radiación para asegurar que no regresara.
La importancia de las mamografías anuales
La actriz utilizó su plataforma para instar a otras mujeres a hacerse mamografías anuales y a hablar con sus médicos sobre su riesgo de cáncer. "Mi tumor era tan pequeño que no se podía palpar en un examen físico. Si hubiera esperado seis meses más, las cosas podrían haber sido mucho peores", advirtió.
Fischer comenzó su tratamiento con 12 rondas de quimioterapia semanal en febrero y tres semanas de radiación en junio. Actualmente, continúa recibiendo infusiones de Herceptin y toma una dosis diaria de tamoxifeno. "Me alegra decir que me siento genial", afirmó. Paralelamente, contó que perdió su cabello durante la quimioterapia, pero pudo usar pelucas y gorros para fortalecer su autoestima.