Desde sus orígenes hasta los días presentes, el esmalte de uñas se ha convertido en un producto popularmente comercializado para embellecer las manos, es decir, para aplicarlo en manicura. Esta sustancia no ha dejado de evolucionar y en la actualidad se pueden encontrar muchas propuestas de marcas nacionales e internacionales.
Sin embargo, a pesar de ser un producto popularmente adquirido en varias partes del mundo, muchas marcas que lo elaboran no cumplen con la seguridad en su composición y, por lo tanto, en su posterior utilización en las uñas. Esto se debe a que existen compuestos tóxicos, peligrosos o dañinos para la salud.
¿Cómo saber si un esmalte de uñas es tóxico?: estos son los productos peligrosos y dañinos para la salud
Según el sitio especializado en cosméticos de todo tipo y maquillajes ecológicos, Bioferta, existen estudios que comprueban que los esmaltes de uñas contienen productos tóxicos, alérgenos y hasta cancerígenos. Algunos de ellos realmente no aparecen en las etiquetas. Esto se debe a que pueden disimularse bajo el famoso secreto de fabricación.
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- Tolueno: resina que facilita la aplicación del esmalte y es irritante. Este gas tóxico puede dañar el sistema nervioso central y el celebro (neurotóxico). Además, puede causar alergias cutáneas y respiratorias.
- Formaldehídos: declarado producto cancerígeno desde 2004 por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer. Son sustancias volátiles que pueden causar problemas respiratorios. Se utilizan como endurecedores.
- Ftalato de dibutilo (DBP): se prohibió su uso en cosmética en Europa desde 1976. Se cree que es un perturbador endocrino, que puede causar disfuncionamiento hormonal.
- Alcanfor sintético: sustancia que se considera potencialmente cancerígena. Es irritante para los ojos y las vías respiratorias. Si se inhala, podría provocar disminución de la frecuencia de la respiración y el ritmo cardiaco.
- Colofonia: producto que puede ser alérgeno de la piel y las vías respiratorias.
- Xilenos y estirenos: sustancias que pueden ser irritantes para los ojos, garganta, nariz y piel. Además, pueden generar dolores de cabeza (neurotóxicas).