El skincare se ha vuelto parte importante de la rutina diaria, todo el tiempo estamos en busca de la piel perfecta, por lo que si llegan a aparecer puntos negros en el rostro, pueden resultar bastante molestos. Así que aquí en EXA te revelamos un truco efectivo para combatirlo.
¿Qué son los puntos negros?
Los puntos negros, conocidos técnicamente como comedones abiertos, son pequeños tapones de sebo y células muertas de la piel obstruyen los poros y pueden dar lugar a una apariencia poco saludable en la piel, especialmente en la zona T del rostro. Si bien existen numerosos productos comerciales y tratamientos estéticos para abordar este problema, algunos buscan soluciones más naturales y económicas como el Bicarbonato de Sodio.
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Elimina puntos negros con bicarbonato de sodio
El bicarbonato de sodio es un popular remedio casero para eliminar puntos negros debido a sus propiedades exfoliantes y suavizantes. Al ser un compuesto suave y no abrasivo, el bicarbonato de sodio puede ayudar a limpiar los poros, eliminar el exceso de grasa y células muertas, y reducir la apariencia de los puntos negros.
Para utilizar el bicarbonato de sodio como un tratamiento para los puntos negros, puedes seguir estos pasos:
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- Comienza limpiando tu rostro con un limpiador suave para eliminar cualquier suciedad o maquillaje. Luego, seca tu piel con suavidad.
- En un recipiente pequeño, mezcla una cucharada de bicarbonato de sodio con suficiente agua para formar una pasta espesa.
- Con los dedos limpios o con un pincel de maquillaje, aplica la pasta de bicarbonato de sodio sobre las áreas afectadas por los puntos negros. Evita el contorno de los ojos y los labios.
- Con movimientos circulares suaves, masajea la pasta de bicarbonato de sodio sobre tu piel durante aproximadamente 1-2 minutos. Esto ayudará a exfoliar la piel y a aflojar los puntos negros incrustados en los poros.
- Después de masajear, enjuaga bien tu rostro con agua tibia para eliminar completamente la pasta de bicarbonato de sodio.
- Por último, es importante hidratar la piel después de cualquier tratamiento. Aplica tu crema hidratante habitual para ayudar a calmar y proteger la piel.