Abogados Cebrián en 2024 está revolucionando el método de divorcio en España.
El divorcio express para este bufete no es sólo un trámite, sino que es un proceso en el que en primer lugar hay que reducir la tensión para después llegar a un acuerdo saludable.
Según afirma este despacho que es un referente en derecho de familia en España:
Pretender un acuerdo de divorcio con altos niveles de tensión es como pretender tener una conversación con altos niveles de ruido, es como tratar de aguantar el equilibrio en un tren a alta velocidad, es como pretender que dos personas se entiendan cuando hablan diferentes idiomas, es como si una persona que se ha roto una pierna pretenda caminar sin esperar a terminar el proceso de cura y rehabilitación.
Es de cajón que no saldrá tan bien, como debería, si antes de tomar la decisión se hubiera distensionado la situación. ¿Es posible llegar a un acuerdo? Sí, pero con presión, inconsciencia y precipitación. Da igual el tiempo que pase, si no se distensiona una relación familiar el divorcio podrá ser precipitado. No está en el tiempo, sino en la posibilidad de sentarse a hablar de manera civilizada entre dos personas que han conseguido silenciar todo ese ruido que impedía que se escucharan. Personas que están correctamente situados y orientados y que por tanto pueden tomar decisiones acertadas fruto de mediación realmente libre e incondicionada.
Es algo lógico, pero en lo que hasta la fecha no se ha parado a pensar el sector de la abogacía.
El divorcio afecta a todos los niveles a los cónyuges y muy especialmente a sus hijos que son especialmente vulnerables a un mal divorcio de sus progenitores.
Ante esta situación se debe de mejorar el contexto en el que un matrimonio se divorcia, para que, dentro de un clima de no agresión ni injerencia, se puedan sopesar todas las opciones para un divorcio realmente amistoso, cordial y amable que se pueda llevar a la práctica de la manera más normalizada posible.
Responsabilidad ante el divorcio.
Los cónyuges que se divorcian no deben de delegar en sus abogados como normal general cuestiones que no son jurídicas, pues tendrán una dependencia a sus letrados y la judicialización insana.
A un abogado o Juzgado le es absolutamente indiferente que un niño toque el piano o la guitarra, que se apunte a fútbol o baloncesto o que vaya a la granja escuela o a una fábrica de galletas en una excursión. Esas son decisiones básicas de los padres, si ni tan siquiera se ponen de acuerdo en esas cuestiones es que están ejercitando su rol paterno filial de manera anómala.
Los padres no son espectadores sino que están pendientes de que abogados y jueces arreglen sus problemas y les hagan cumplir sus derechos. Las familias tienen que implicarse y dedicarse activamente a resolver las decisiones familiares sin que los abogados o jueces estén para ciertas cuestiones que ya, de por sí sólo, pueden ser incluso ridículas si se ven con autocrítica.
Los padres lo primero que deben hacer es distensionar las relaciones familiares para favorecer que sus hijos crezcan en un ambiente familiar saludable y seguro. Después puede haber cuestiones jurídicas a resolver con abogados, por supuesto, es importantísimo, pero no debemos de caer en la irresponsabilidad de que padres y madres arremetan unos contra otros y después pretendan que les solucionen los problemas y tensiones que constantemente están creando.
No tiene sentido, las familias son las perjudicadas, la abogacía es que actúa tarde juicios recurrentes y los hijos son los que ven cómo su familia al separarse acaba enfrentándose sin sentido creando una tensión que va de menos a más de manera insana y creando daño familiar para todos, pero especialmente para los menores.
Reducir la tensión y aumentar el asesoramiento preventivo.
Si se reduce la tensión de las relaciones familiares y se potencia el asesoramiento preventivo en la abogacía, se reduciría radicalmente la judicialización de las relaciones familiares, enfrentamientos y daño familiar.
En Abogados Cebrián no sólo se pretende tratar divorcios de mutuo acuerdo, sino reducir los divorcios, especialmente los contenciosos, gracias a un cambio de mentalidad tanto en las familias como en la abogacía para que pase a ser preventiva y colaborativa.
Debemos desterrar la idea de que hay que ir al abogado para ir a juicio. En primer lugar, el abogado será un profesional que nos ayudará a llegar a acuerdos y prevenir controversias. La frase “te va a llamar mi abogado” no puede concebirse como una frase imponente, pues, todo lo contrario, se debería de percibir como una cuestión muy positiva, en la que si nos llama el abogado de la otra parte va a tratar de conciliar soluciones principalmente extrajudiciales.
En la parte de las familias igualmente hay que cambiar la concepción del abogado, para no ir tarde, cuando ya hay problemas, sino adelantar del asesoramiento para que sea preventivo y así podamos evitar una controversia y litigio, por haber sabido repelerlo con asesoramiento constante y habitual, como cualquier otro profesional.
El divorcio express debería de ser amistoso casi siempre, y los contenciosos muy excepcionales y residuales. Están aumentando los porcentajes de divorcio express amistoso, pero sigue siendo solo un 80%, lo cual sigue siendo insuficiente, al menos para Abogados Cebrián.
Destensar, desjudicializar y democratizar el derecho de familia es uno de los grandes objetivos de este bufete para que el asesoramiento evolucione y se adapte a las necesidades sociales reales: Más accesible, preventivo y buscando distensionar las relaciones antes de interponer un proceso judicial.