Alejandra Guzmán es una de las voces más queridas del rock mexicano. Desde su debut en 1988, la cantante conquistó el corazón del público con temas icónicos como "Reina de corazones" y "Hacer el amor con otro". Sin embargo, su vida personal estuvo marcada por momentos oscuros, incluyendo su lucha con el alcoholismo. En una entrevista con Pati Chapoy, Guzmán hizo una impactante confesión sobre quién la introdujo al mundo del alcohol.
Durante la conversación,Guzmán no dudó en señalar que las malas influencias de su entorno jugaron un papel importante en su vida. "Fue la misma banda, las malas influencias", confesó.
Y añadió: "Me fui rodeando de gente, lo que pasó después es que me di cuenta de que toda esa gente ya no estaba; a otra la veo y le pregunto: ¿qué te pasó?. Muchos no aceptan que tienen adicciones y enfermedades", detalló la cantante.
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Esta declaración de la hija de Silvia Pinal resuena con muchas personas que, como ella, se han visto atrapadas en un ciclo de adicciones impulsado por el círculo social. La cantante reflexionó sobre cómo, a medida que se rodeó de estas personas, comenzó a perderse y a enfrentarse a las consecuencias de sus elecciones.
La lucha contra el alcoholismo: un camino difícil
Alejandra Guzmán comenzó a beber a la edad de 14 años y, a los 17, probó drogas como la marihuana y la cocaína. Curiosamente, señaló que estas sustancias no estaban presentes en su hogar, lo que destaca la importancia del entorno y las relaciones en la formación de hábitos dañinos. A los 28 años, en un punto crítico de su vida, decidió buscar ayuda profesional y se internó en un centro de adicciones, con el apoyo de su madre, la reconocida actriz Silvia Pinal.
Esta decisión de buscar ayuda refleja una valentía notable, especialmente en un contexto donde la adicción a menudo se enfrenta con estigmas y malentendidos. Alejandra Guzmán enfatizó que nadie la obligó a buscar tratamiento; fue su propia determinación la que la llevó a dar ese paso crucial hacia la recuperación.
La confesión de Alejandra Guzmán sobre quién la involucró con el alcohol no solo destaca los peligros de las malas influencias, sino que también subraya la importancia de la autodeterminación y la búsqueda de ayuda. Su relato, lleno de honestidad y crudeza, resuena con aquellos que navegan por caminos difíciles, ofreciendo una luz de esperanza para la recuperación.