Hoy te traemos uno de esos chismecitos informativos, pero muy entretenidos, pues con motivo de la llegada de los Reyes Magos, te contaremos una parte de la historia que quizá no conocías, pues no logró ser tan popular como la que nos habla de los tres hombres que llevan regalos.
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Para todos, en especial para los pequeñines del hogar, es bien sabido que el 6 de enero podemos esperar la visita de los tres Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltazar, en compañía de sus fieles animales, un elefante, un caballo y un camello que cumplen la misma función que los renos de Santa Claus.
Lo que no muchas personas saben es que eran cuatro los que debían emprender el viaje y recibir al niño Jesús con obsequios; sin embargo, uno de ellos no logró su cometido y se perdió entre las páginas viejas de los libros. Su nombre era Artabán y esta es su leyenda.
Él se encontraba en las cuevas del monte Ushita, cuando recibió una carta de Melchor, Gaspar y Baltazar que le informaba sobre las buenas noticias, el nacimiento de su salvador, por lo que se dispuso a elegir su mejor caballo y la ofrenda que le llevaría al recién nacido.
Lo que Artabán decidió regalarle al hijo de María y José fue un diamante, un jaspe y un rubí, algo muy lujoso que en combinación con el incienso, la mirra y el oro eran un excelente primer obsequio, así, comenzó su camino para encontrarse con sus compañeros.
Sin embargo, cuando se encontraba en las afueras de Borsippa tropezó con un hombre cuyo cuerpo y espíritu habían sido abrumados por la desgracia, pues según lo que le contó al cuarto Rey Mago, se trataba de un comerciante que había sido despojado hasta de su ropa y golpeado por lo que Artabán se apiadó de él y, sin dudarlo siquiera, le entregó el diamante.
La historia del cuarto Rey Mago
Esto hizo que se retrasara y cuando llegó para encontrarse con Melchor, Gaspar y Baltazar recibió una nota en la que se le informaba que sus compañeros no podían demorarse más esperándolo, así que decidieron marcharse, pero le dejaron indicaciones para alcanzarlos.
Como ya te habrás dado cuenta, la fortuna no es algo que le sobrara al cuarto Rey Mago y las tragedias siguieron, su caballo no soportó el calor y no pudo sobrevivir mucho tiempo, por lo que él debió seguir a pie hasta llegar a Belén, en donde encontró una escena terrible, la orden de Herodes para acabar con los menores de dos años.
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Fue hasta que vio cómo un soldado estaba a punto de desvivir a un pequeño, cuando le ofreció al militar el rubí a cambio de la vida del niño, pero el jefe del soldado se dio cuenta del trato y encarceló a Artabán, quien permaneció preso cerca de 30 años., cuando ya era muy viejo, lo liberaron, aunque ya era débil y había perdido la vista, el destino tenía una prueba más para Artabán, que escuchó cómo una joven era vendida como esclava y decidió entregar su última joya, el Jaspe a cambio de su libertad.
La muchacha agradecida besa las manos heridas del cuarto Rey Mago y en ese momento es devorado por la tierra, en donde escucha una voz que le agradece por su bondad y lo cura de todos sus males, para así encontrarse con Dios, terminando así la historia del cuarto rey mago, el que nunca llegó al pesebre tan famoso.